No hace muchos días navegaba por internet, interesándome por todo este mundillo de la cultura y, ya que estaba, echando un ojo a otros asuntos de mi interés, cuando me topé con un nuevo sitio web, http://www.ultraporno.com/, que al momento llamó mi atención por lo vistoso de su diseño. Bueno, por eso, y porque las imágenes que salían en su home no tenían desperdicio, y ahí estuve por un buen rato, navegando sin cesar entre videos de mujeres espectaculares teniendo sexo sin parar, alucinando un poco y pensando en lo bien que venía siempre conocer nuevos contenidos de este tipo.
En mi caso, hablar de adicción al porno sería un poco fuerte, porque ciertamente no lo siento así; tengo un montón de aficiones y sé poner la pornografía en su sitio, no como una necesidad sino como una forma más de entretenimiento. Pero tampoco tengo ningún problema en decir a quien quiera escucharlo que suelo ser usuario de este tipo de webs, y que no hay que esconderlo ni avergonzarse de ello, como si fuera un pecado o un delito, porque no es ninguna de las dos cosas. El único pero al porno es que hay que saber ponerlo en su lugar, un tipo de ocio más en nuestras vidas, con su momento y sitio apropiados, y nada más.
A unos les gustan tetonas, a otros los culos grandes
La cuestión es que, desde que tengo memoria y estoy interesado en estos temas culturales, y enlazando con la idea de que en este mes suelen salir al mercado grandes colecciones de los más variados temas, nunca en mi vida he sabido de ninguna que estuviera enfocada al porno. Imagino, por supuesto, que eso no debe ser políticamente correcto; más de uno lo tacharía de inmoral y a las editoriales no les parecería rentable, aunque quizá alucinarían si supieran la cantidad de público que estaría interesada en este tema. Claro, habría que pensar varias cosas antes: hacia qué preferencia sexual iría dirigida, y luego cuáles serían los temas más atrayentes para el público; cosa harto difícil, pues a unos les gustan las rubias y a otros las morenas, a unos los pechos grandes y a otros las culonas xxx, que ya se sabe que en España somos muy dados a las mujeres de culos contundentes…
Sería difícil pensar en una edición por fascículos siguiendo el ejemplo de las categorías porno que podemos encontrar en los sitios web de sexo; básicamente, imposible, pues no sólo cada cual tiene sus gustos, sino que encima van cambiando, y las modas también influyen en ello, no vayáis a creer que no.
¿Y qué tal una colección de videos porno?
Pues a mí, como consumidor habitual de pornografía, se me haría algo curioso el tener en plan coleccionable una serie de videos xxx organizados, qué se yo, por actrices porno, o por directores, o quizá por alguna de las categorías de las que antes hemos hablado. Es cierto que en estos tiempo a casi nadie interesa ya ver una película x completa, sobre todo nos hemos acostumbrado a la enorme oferta de internet, que te ofrece cosas concretas de tu elección en trozos como mucho de 20 o 30 minutos ; no es necesario estar más de hora y media viendo sexo para arriba y para abajo, cuando a lo mejor las características de las actrices no te gustan, o no te vayan las lesbianas, o las gordas o delgadas. Por eso, el tener a mano un formato físico donde poder guardar algunas de estas joyas en forma de videos porno justo con la temática que nos encanta podría ser interesante, e incluso poder acceder a él sin tener internet, que quizá sea una molestia en algún momento por mucho que la web está presenta ya en casi cualquier lugar del mundo.
¿Quién sabe, señores de las editoriales? A veces la idea más absurda tiene mucho tirón entre el público consumidor, todo es cuestión de arriesgarse y probar.